B.A.
Por esos recuerdos con sabor a esperanza. Dulce néctar que dilata mis sentidos: Que los enfurece, los desgarra y, al fin y al cabo, los hace sentir vivos.
Mis condolencias a aquellos que creían que el mundo era una caja de problemas: Siento deciros que compadecerse no sirve absolutamente para nada, como tampoco vale decir la verdad la mayoría de las veces.
Tantos años viviendo mentiras hacen que ahora dude de la supuesta realidad, y supongo que una persona así no inspira demasiada confianza, así que entiendo perfectamente que la gente piense lo que piensa. Pero desde el primer momento tuve muy claro que la vida no era ningún tablero, al igual que las personas no eran sus correspondientes fichas. Siempre he tenido la oportunidad de demostrar las cosas, y admito que pocas veces he aprovechado tales momentos. Pero a pesar de todo me satisface saber que, aun siendo así, ciertas personas me han querido por ser yo misma.
Si es cierto que ahora mismo no tengo muy claro cuál es mi auténtica identidad. Cuando te adaptas a la situación y aceptas ser comprensible asombrosamente aparece un núcleo de contradicciones. A estas alturas no tengo ni idea de quién soy, pero eso no quita que siga siendo la misma persona. Sin embargo, creo que esta sarcástica situación me ha motivado incluso más. Me han demostrado que del engaño, la traición y el abandono también puede surgir una buena oportunidad para reforzar las cosas; Que lo irreparable siempre se puede arreglar y que la vida nunca fue concebida para que fueses eternamente feliz. Sé que no es la mejor forma de verlo, pero es lo que irremediablemente la experiencia ha querido mostrarme.
Es tarde, sí; Todos sabemos que Cenicienta volvió a casa hace mucho tiempo sin esperar nada a cambio. Sin embargo creo que dentro de ella sigue creciendo la esperanza de que su príncipe venga a buscarla algún día con la intención de devolverle lo que, en un principio, fue suyo.